Luis César Amadori

Luis César Amadori

Pescara, Abruzzo, Italia

Fecha de nacimiento: 1903-05-27

Biografía: Director de cine argentino, nacido en Pescara (Italia) y fallecido Buenos Aires al poco tiempo de regresar de su exilio español. Desde temprana edad residió en Buenos Aires, ciudad a la que emigraron sus padres. Abandonó los estudios de Medicina para entregarse por completo al periodismo, profesión en la que se consolidará como crítico teatral y musical, faceta que le ayudó a promocionar muchas actividades en este campo. Se convirtió en un compositor de tangos e intervino como actor de cine y teatro. Se inició en la dirección cinematográfica con Puerto Nuevo (1936), película que codirigió con Mario Soffici. Su coetaneidad con Demare, Torres Ríos y otros, le permitieron vivir intensamente el momento en el que el cine argentino comenzaba a consolidarse de manera activa. En uno de los momentos de máximo conflicto social y económico en Argentina -cuando Juan Domingo Perón fue derrocado como presidente en 1955, tres años después de que falleciera su mujer Eva Duarte- Amadori sufrió en propia carne los problemas políticos del país. Fue detenido y un año después consiguió exiliarse en España junto con otros compañeros de la industria (Klimovsky, Demicheli, Cahen Salaberry, etc.). El cine español que se encontró estaba volcado en películas folklóricas, operetas y musicales, temas nostálgicos con cuplés de fondo y niños prodigio. Luis César Amadori inició su trayectoria española con La violetera (1958), una coproducción con Italia que tiene como protagonista a Sara Montiel, y que se convertiría en uno de los éxitos más sonados del momento. A esta actriz la dirigió posteriormente en Mi último tango (1960) y Pecado de amor (1961). Su buen hacer, le permitió abordar proyectos sin descanso, siempre ajustándose a las líneas más cómodas del cine de la época, como ¿Dónde vas, Alfonso XII? (1958) -la película que más tiempo se mantuvo en cartel de toda la producción de los cincuenta- y Como dos gotas de agua (1964), Más bonita que ninguna (1965) o Un novio para dos hermanas (1967), versiones éstas de algunos de sus trabajos argentinos. Las producciones de Cesáreo González, Benito Perojo y otros, arroparon historias muy dispares que siempre intentaron aprovechar el tirón popular y comercial de figuras como Alberto Closas, Analía Gadé, Zully Moreno, Antonio Vilar o los más jovencitos Pablito Calvo, Rocío Dúrcal o Pili y Mili. A finales de los sesenta Amadori abandonó la dirección y regresó a su país unos años más tarde.