Biografía: Henri Sigayret, nacido el 27 de abril de 1934 en Banyuls-dels-Aspres, Francia, fue una figura singular del alpinismo francés, escalador de alto nivel, alpinista del Himalaya, mentor y escritor prolífico. A menudo apodado "Sig" y más tarde "Sherpasig", fue un espíritu independiente, a menudo crítico, que dejó huella tanto en las paredes rocosas que escaló como en los lectores que cautivó con sus historias de las montañas y Nepal, un país que había convertido en su segundo hogar, tanto en su corazón como en su vida. Nacido en el sur de Francia en una familia de maestros, pasó su infancia dividido entre la llanura y la montaña, con el telón de fondo de las convulsiones de la Segunda Guerra Mundial, que le inculcaron una sensibilidad particularmente aguda hacia los aspectos trágicos de la existencia. En su adolescencia, la mudanza de su familia a Grenoble le abrió las puertas del alpinismo: en la pared rocosa, descubrió una forma de libertad absoluta que canalizó su pasión y dio sentido a su necesidad de independencia. Rápidamente se distinguió por su soltura, tenacidad y una actitud casi espiritual hacia la escalada, cultivada por los maestros de la época. La entrada de Henri Sigayret en el mundo de la escalada de alta montaña fue tardía: mientras muchos ya pensaban en bajar el ritmo, él optó por dirigirse a las cimas más altas del Himalaya. Se convirtió así en uno de los pocos franceses de su generación en alcanzar la cima del Annapurna, una experiencia decisiva que confirmó su atracción por estas remotas montañas y por Nepal. A lo largo de sus expediciones, forjó profundos vínculos con los sherpas y las comunidades locales, estableciéndose finalmente al pie del Everest, formando una familia y desarrollando una perspectiva muy crítica sobre el turismo de masas y los excesos del alpinismo comercial. Paralelamente a su vida como alpinista, Sigayret produjo una prolífica obra escrita: relatos de expediciones, crónicas nepalesas, ensayos polémicos, relatos y textos autobiográficos se sucedieron rápidamente. Combinaba recuerdos de ascensiones, retratos de compañeros de escalada, reflexiones sobre el compromiso, denuncias de la hipocresía occidental y un constante homenaje a la dignidad de los pueblos de montaña. Su estilo directo, a veces rudo, pero siempre profundamente humano, lo convirtió en una voz única en la literatura de montaña, alejada de la mera glorificación del "conquistador de lo inútil". Hasta sus últimos años, se mantuvo fiel a sus raíces en sus Pirineos natales y su Himalaya adoptivo, regresando ocasionalmente a su pueblo de origen para reuniones públicas donde compartía recuerdos, arrebatos apasionados y carcajadas. Rodeado de sus seres queridos, falleció a una edad avanzada, tras presenciar el fallecimiento de muchos de sus compañeros de escalada, como si cerrara el libro de toda una generación de alpinistas. A través de su vida y sus libros, Henri Sigayret deja tras de sí la imagen de un hombre de principios, de espíritu libre, a veces poco convencional, pero siempre impulsado por la pasión por la montaña y un profundo respeto por quienes la habitan. Henri Sigayret falleció el 18 de julio de 2021 en Perpiñán.
