Biografía: Georges Régnier, nacido el 17 de abril de 1913 en el distrito 14 de París, donde falleció el 17 de enero de 1992, fue un director de cine, guionista y director de fotografía francés. Figura discreta pero comprometida, perteneció a esa generación de cineastas de posguerra para quienes el cine era tanto una forma de arte como una herramienta de intervención social. Originario de la región parisina, Georges Régnier se formó en artes visuales antes de especializarse en dirección y guion. Esta doble experiencia como guionista y director de fotografía influyó profundamente en su estilo, caracterizado por una meticulosa atención al encuadre y la iluminación, a menudo abordando temas arraigados en las realidades sociales de su época. Su carrera despegó definitivamente a finales de la década de 1940 con un cortometraje emblemático, *Les Paysans Noirs* (1948), que denunciaba los abusos e injusticias que sufrían las poblaciones colonizadas en Costa de Marfil. Esta película, a menudo citada como su primera revelación, reveló a un cineasta sensible a las cuestiones políticas y sociales, dispuesto a utilizar el formato documental o semidocumental para ofrecer una perspectiva crítica del mundo. Al mismo tiempo, Georges Régnier dirigió otros cortometrajes de ficción, como *Monsieur Badin* (1947), que demuestran su capacidad para moverse con fluidez entre géneros, desde un tono polémico hasta un estilo más narrativo y literario. Sin embargo, sigue vinculado al cine de compromiso político, fuertemente influenciado por la posguerra y los debates en torno a la colonización, la justicia y la dignidad humana. Si bien no tiene el renombre de los grandes nombres del cine francés, su filmografía y autobiografía dan testimonio de la trayectoria de un cineasta consciente de su tiempo, que buscó conciliar el rigor formal con la responsabilidad intelectual. El ruiseñor de la Cabilia (1962) es un ejemplo perfecto. Entre las películas más significativas de Georges Régnier, realizada como continuación de su interés por las realidades coloniales y poscoloniales del norte de África, esta película retrata Cabilia a través de una historia que combina la observación documental con una perspectiva humanista, centrándose en la vida cotidiana, la cultura y la dignidad de sus habitantes en lugar de simplemente ofrecer una narrativa exótica. Régnier concibió este proyecto para dar voz y visibilidad cinematográfica a una región a menudo caricaturizada, y para examinar implícitamente la compleja relación entre Francia y Argelia. Con El ruiseñor de Cabilia, continuó su proyecto de cine socialmente comprometido, buscando trascender los clichés coloniales y provocar una reflexión sobre la injusticia, la memoria y el reconocimiento de los pueblos. El reconocimiento de su obra lo llevó a reflexionar sobre su propia trayectoria y su concepción del oficio cinematográfico, reflexión que condensó en un libro autobiográfico publicado en 1993 tras su fallecimiento en 1992, Una cabeza llena de imágenes. En esta obra, repasamos su experiencia como profesional del cine, el desarrollo de su visión y cómo las imágenes —filmadas, soñadas o recordadas— estructuran una vida dedicada a la pantalla. Georges Régnier falleció en París el 17 de enero de 1992 a los 78 años.